jueves, 8 de diciembre de 2011

La transmutación II


 En este punto, aparece una imagen de sendero al que miro, simultáneamente para atrás- es decir, hacia el camino que se deja, recorrido- y para adelante en busca de horizonte.
Quedan frescos los recuerdos recién vivenciados y por ellos se comienza a “mirar”. Aquello que recientemente ocurrió se va encadenando con lo que lo hizo ser, lo condicionó, le dio forma, lo hizo ser así y no de otra manera.
El proceso que llevé adelante fue muy fructífero, de aprendizaje, creo yo, porque logré comprometerme con la “causa” y fundamentalmente conmigo misma, para así asumir con responsabilidad la tarea de enseñarles a mis primeros estudiantes.
Al comienzo tuve muchos nervios; inclusive, en las primeras clases es como si uno se desconociera. Como si una parte de mí estuviera mirando tras bambalinas qué es lo que pasa en el escenario viendo una obra que se estrena.
Entonces cuesta reconocerse. Yo pensaba en que iba a ser de una manera dictando clases, pero resulté otra. Porque al comenzar estamos llenos de asperezas y de miedos, de falta de tacto, de tensión, como con cara de espanto. Esas asperezas y demás las lima la praxis: el movimiento de ida y vuelta entre teoría y práctica.
Hacia el final de las prácticas, comenzamos un proceso reflexivo de análisis sobre ellas. Para ello, cada quien utilizaba algún recurso que le permitiera mostrarle al grupo total, cómo habían sido sus prácticas.
Para ello, decidí realizar microrrelatos sobre cada clase. Por ello intenté plasmar la idea de ese reconocimiento hacia uno  mismo.
El librito sustenta la idea de que uno sufre una transmutación como practicante y asimismo en toda su práctica profesional en general. Quien aparece en la primera clase es casi desconocido, hasta de diferente sexo, como Litio. Este personaje carga con  miedos propios e inseguridades, básicamente con un dilema existencial que pretende resolver. Eso pasa con cada personaje en cada relato.
Pero cada quien, caracterizado, va tomando a medida que el tiempo pasa- las clases, en realidad- características del anterior como punto de partida, agregándoles las propias  y transmutándose.
Sin embargo, no puedo precisar mi forma actual. Cargo con muchos miedos, preocupaciones, preguntas de los primeros personajes que he “interpretado” pero ciertamente, la de hoy le añade la satisfacción del trabajo que cree bien hecho, aunque mejorable hacia adelante, y coherente, sobre todo…

La transmutación


  


La Transmutación 
Microrrelatos




La cercanía
Fase 1

Con los primeros hilos de la noche, Litio regresa de su trabajo cotidiano en la escuela de noche. Mientras camina, medita sobre lo acontecido en esa cajita, que no es de cristal sino de concreta realidad que palpa cotidianamente, llamada aula. Al llegar a su casa, siente un peso extraño en su cabeza; “sí, hoy he pensado mucho”, se dice a sí mismo, y no escatima, porque su preocupación por lo coherente de su acción le hace doler la cabeza. No sabe si ha llegado a los estudiantes, si los ha motivado, si entendieron, si saben hoy, un poco más que ayer sobre lo que les enseñó.
Litio es un poco retraído en clase; no siente cercanía con sus estudiantes, le teme a la interacción social .En  esta primera clase con los nuevos estudiantes, cree, no logró mucho de lo que quería lograr.  Los chicos lo miraban con cierto susto; quizá él debiera cambiar su cara  de espanto. “Los chicos no muerden” se decía a sí mismo mientras les hablaba sobre los temas que verían con él en las próximas clases. Por momentos, sentía que no lo escuchaban, su volumen de voz es bajo y tiene pocos matices sonoros. Más allá de eso, siente que los estudiantes aprendieron lo que les explicó, lo que vieron en el video; parece que lograron entender las consignas y responder las preguntas. Cree, entonces, que más allá de algunos detalles, logró el cometido.
A pesar de que sea tarde, continúa pensando desde que llega hasta que va a dormirse. Mañana, cree, será otro, un poco  mejor que el que fue hoy.


La fiebre
Fase 2

Talia prepara bien la clase antes de salir. Hoy tiene mucho para hablar en el aula; le teme a la oratoria porque no confía mucho en su capacidad comunicativa. “Pero si sé bien el tema, no tendría que preocuparme tanto”, se dice.
Al llegar a la escuela, es de noche. Antes de ingresar se encontró con Litio que le transmitió la fobia social que padece y su miedo a la “indisciplina”. Pero Talia, no le teme: recoge los pedazos de experiencia que arrojó Litio y se transmuta.
A Talia le gusta sonreír, preguntarle a los chicos sobre cómo están  y quizá hacer un chiste o reírse con ellos.
Pero Talia tiene fiebre hoy. No se siente para nada bien.  Tiene que estar allí igual; más allá de todo asumió un compromiso con esos estudiantes.
Está pálida, ya no siente el susto de Litio pero sí la fiebre. Transpira mientras habla; le cuesta articular palabras porque le duele la garganta, pero aún así le explica de qué se trata esto del trabajo infantil. Da muchos ejemplos que leyó para “aggiornar” el discurso teórico que suele ser un tanto aburrido; cree que le servirán a los chicos para pensar más allá de esta realidad, para que reconozcan cómo adolecemos todos de los mismos problemas sociales, acá, o en Perú,  o en África…
Reconoce que los estudiantes la escuchan, que están interesados, cuando les ejemplifica con casos reales. Quienes la observan desde el fondo, le reconocerán después al ejemplo, como un buen recurso.
Sin embargo, por momentos regresa Litio con su ineptitud comunicativa, que ni dice ni deja decir, y Talia con su problema de autoridad no logra que los estudiantes lean algo que les pide.
Más tarde reflexionará sobre la participación de los chicos… ¿acaso no buscaba eso en el fondo? ¿Acaso no decía querer lograr autonomía, que los chicos sean protagonistas de su aprendizaje?...
Al salir del aula, reconoce que no logró construir esa autoridad pedagógica que se le ha convertido en un problema teórico-práctico de difícil resolución. Se pregunta el por qué y se cuestiona su capacidad para la docencia.
Pero no está de acuerdo con el castigo. “No quiero amenazarlos con calificaciones para que me escuchen o me hagan caso”, se dice…Pero ¿con qué motivarlos? …
  
La lección
Fase 3

Galia llega sobre la hora al aula. Está un poco mareada y la garganta inflamada le molesta. Si cambió,  aun conserva los malestares de Talia, pero está hoy, más segura que ayer.
Las profesoras la saludan indicándole que casi es la hora de comenzar.
Galia trae un equipo de música para escuchar una canción, pero antes, saluda a los chicos y comienza “la lección”.
Hoy los chicos tienen ganas de hablar con ella; se ve que el problema era con Talia: le reconocen el rostro transmutado y ven que hoy se siente más segura de sí, por eso participan cuando se los pide.
Galia les explica el tema, padece el calor primaveral y los restos febriles de Talia. Sin embargo, cree en la propuesta que les trajo hoy a los chicos mientras reproduce uno de sus temas favoritos de metal.
A los chicos les llama la atención la historia que relata la canción. Galia les indicó para qué escuchaban la historia y qué debían responder sobre ella.
Galia se sentía en cierta forma reconfortada, porque los estudiantes habían participado en su clase y se habían interesado en la canción.
Parecía una de las fases finales de la transmutación, pero aún le faltan muchas. De Litio y Talia conservará muchas cosas a las que le añadirá lo que Galia ha aprendido de ellos.




La claridad
Fase 4

Curia está ansiosa por dictar su clase de hoy. Le tiembla el pulso al llegar a la escuela y siente que el tiempo de la clase es muy corto.
Tiene el rostro aun más transmutado e inclusive su discurso tiene algo nuevo: cierta claridad que observadores reconocen, y Curia siente que es clara aunque vaya a 80 kilómetros por hora.
A Curia le preocupa el tiempo. La actividad práctica es algo compleja, porque es distinta,  y es muy importante, cree ella…
Pero las ideas teóricas no quedan del todo claras, porque Curia va rápido en la explicación como si el Conejo de Alicia estuviera corriendo por el aula y diciéndole que se está haciendo tarde.
Pero ella cree que fue clara en la explicación y los chicos hicieron la tarea, lenta pero conscientemente; también cree que los miedos de Litio ya no están porque Curia se acerca a ellos en calidad de ayudante: les dice que si no pueden empezar ella les ayuda- porque los estudiantes dicen no entender, no tener ganas de pensar, no saber qué hacer.
De a poco van resolviendo el tema. A Curia le parece que se ha figurado ante ella la progresión del aprendizaje, porque, de a poco, con los resabios temerosos de Litio y su incapacidad para dejarse ser, la seguridad de Talia, con todo, y el Conejo andando por ahí, los chicos están haciendo muy buenas producciones.


lunes, 28 de noviembre de 2011

Último tramo- comienza el que sigue-.


La semana que pasó, terminamos con nuestras prácticas. En la última clase, los chicos nos evaluaron como docentes. Recibimos buenas devoluciones. Nos dijeron que les gustaban nuestras explicaciones, que los temas eran interesantes,  y que aprendieron lo que no sabían. Respondieron- y eso lo notamos clase a clase- que les gustaron las actividades que les propusimos y el hecho de que hayan sido en grupo. 

Estamos muy agradecidas y contentas con el grupo que nos tocó en la Escuela Nocturna. Eso se los dijimos en la última clase y ellos nos dijeron que nosotras habíamos tenido paciencia con ellos.

 Ahora llega el momento de la reflexión sobre todo el proceso de las prácticas. Por eso, les presentaremos en breve, nuestras producciones sobre las clases, las que utilizamos para re-pensar la práctica.


lunes, 7 de noviembre de 2011

Noviembre

Ya es noviembre, Lukas, estamos un poco cansados como el mimo, pero no desalentados. Ya casi terminamos con esta historia, aunque nos quedan dos clases por dictar en la escuela, y mucho para reflexionar ahora y después. Llega la parte del dolor de cabeza, Lukas, del ponerse a pensar sobre lo que pasó para proyectarse hacia adelante. 

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Primavera

¡Feliz día de la primavera, Lukas! y del estudiante también. Ya empezamos la primavera: queda poco para comenzar con nuestras prácticas en el 1° C.  Esperemos que no se nos acerquen peligrosamente como la primavera para vos. Dale, deseanos suerte, che, un poco de ánimo no te hace tan mal, Lukas. 

lunes, 8 de agosto de 2011

La Escuela de Noche II



Ya presentamos la escuela por dentro en fotos. Ahora podríamos agregar algunas palabras sobre ella.  
El Centro N° 1. "Juan Pascual Pringles" suele ser reconocido por su antiguo nombre "Lafinur" y dentro de él, "la Nocturna" o turno noche, suele ser llamada "Antártida Argentina".
Al momento de ingresar a la institución, nos recibieron muy bien; para la recolección de información los distintos actores fueron muy accesibles para la realización de las entrevistas y nos permitieron, sin problemas, observar el turno noche.
Este turno es muy diferente a los demás; se organiza en materias cuatrimestrales, con correlativas, promociones y regularidades. Los chicos que asisten a ella, en general lo hacen para una salida laboral; tienen diferentes problemáticas sociales relacionadas con el trabajo y con condiciones de vida un tanto difíciles. Por ello es que, las prácticas docentes, según contaban los actores, apuntan a motivarlos para aprender y comprenderlos en sus necesidades. Es así como uno de los principales problemas se relaciona con la deserción: al final del año más de la mitad de los estudiantes ya ha dejado de asistir. 
Sin embargo, la escuela funciona a pesar de todo, contemplando las situaciones de los estudiantes y las condiciones en las que los docentes tienen que dar clases.
Luego del diagnóstico institucional que realizamos para conocer la institución, pudimos ingresar al curso que es el 1° "C", comenzando con las primeras observaciones y las entrevistas al preceptor y la profe de Formación Ética y Ciudadana. Pronto les contaremos sobre él. 

La Escuela de Noche

¡Ya es agosto, Lukas!...ya hace rato empezó el invierno en este lado del planeta, y con mucho frío. Se nos terminaron las pequeñas vacaciones, con una gran noticia: no es precisamente el invierno sino, el ingreso al curso. ¡Finalmente!. Pero ahora los invitamos a conocer la escuela de noche en fotos. Después les contaremos, a vos Lukas y a ellos- nuestros compañeros- sobre el 1° "C". ¡Adelante!